Rodeado de fincas rurales, el pueblo de Mercadal tuvo durante siglos su principal fuente de recursos en la agricultura y la ganadería. Su nombre viene del mercado que se celebrada cada semana en este punto estratégico para todos los isleños que vivían en aldeas alejadas. El pueblo fue diseñado alrededor de la iglesia de Sant Martí y del antiguo molino. Sus calles son conocidas por sus pequeñas casas de gran belleza.